Voluntariado Joven 2013

Ayer, sobre las 17.30 (hora nica) tuvo lugar un fuerte temblor de unos 6,2 grados en la escala Richter que sacudió buena parte de Nicaragua. El epicentro, según datos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER), se situó a 18km de profundidad, en la zona noroeste del Lago Xolotlán, muy cerca de la capital. El temblor se dejó notar en toda la franja pacífica del país, resultando graves daños en la zona que va desde León hasta Managua.

Posteriormente se registraron casi un centenar de réplicas, ante lo cual el Gobierno decretó Alerta Naranja por riesgo sísmico y movilizó las fuerzas de seguridad, especialmente preparadas para actuar en estos  contextos. Por la noche, todos los noticieros nacionales ofrecían información de última hora mientras la gente, aunque acostumbrada a este tipo de eventos, seguía apostada en la puerta de sus casas ante el temor de nuevas réplicas. En total ha habido más de quinientas durante toda la noche y la madrugada, de ahí que hoy nos hayamos despertado con Alerta Roja. Ante posibles amenazas, el Gobierno optó por adelantar un día las vacaciones de los funcionarios públicos que, al igual que los y las estudiantes, no acudieron a su cita diaria. Por la tarde fueron los representantes de la patronal quienes recomendaban el regreso temprano a los hogares. De hecho, hoy se han producido nuevos temblores. El más destacable, a las 14:30h en la zona de Masaya, en la parte central del país. Éste ha tenido una magnitud de 6,6 grados.

Personalmente, yo lo viví en mi oficina. Nunca he pasado por una experiencia así. He de reconocer que no pasé miedo pues el edificio, al igual que muchos otros en Managua, están construidos teniendo en cuenta el potencial sísmico del lugar. De hecho, se podría decir que experimenté cierto tipo de excitación cuando me percaté de que el techo se balanceaba de un lado para otro (llamadme inconsciente, es lo que tienen las primeras experiencias). Eso sí, cuando noté que el suelo empezó a vibrar verticalmente, ahí no me lo pensé dos veces y salí al patio por si las moscas… Hay que recordar que el terremoto de 1972, que destrozó Managua en vísperas de Navidad, tuvo la misma intensidad pero se produjo a una profundidad mucho menor. La fragilidad de las construcciones no resistieron lo que, unido al hacinamiento y la falta de medidas preventivas, dejó un total de unos 20.000 muertos y una ciudad fantasma. No quiero ni imaginarme el caos que supuso vivir aquel episodio. Desde entonces dejaron de construirse edificios de altura, muchas personas continuaron viviendo entre escombros durante años y el centro histórico (si puede llamarse así) quedó paralizado en el tiempo, así lo atestigua el reloj de la antigua Catedral donde quedó grabada la hora de la sacudida.

A día de hoy hay que reconocer que se ha avanzado bastante en materia de gestión de crisis. El Ejecutivo posee información sobre la población más vulnerable y los planes de actuación se aplican con efectividad. Sin embargo, el tratamiento informativo que se ha dado en España ha sido un poco exagerado, a mi modo de ver. Es cierto que se han producido cortes en el suministro de luz, agua e Internet; o que el tráfico estaba más colapsado de lo normal, pero de ahí a publicar esta noticia (Un terremoto provoca el caos en Nicaragua), me parece un poco sensacionalista. Afortunadamente, de momento, no ha habido que lamentar pérdidas humanas (salvo caso de una joven que murió de un ataque cardiaco como consecuencia del susto). Eso sí, las autoridades continúan con el dispositivo de prevención y cuantificación de daños materiales (se habla ya de un millar de casas afectadas).

Por lo demás, sin novedad en el frente, así que no se preocupen!

PD. Mientras escribía esto se ha producido otro temblor…