Voluntariado Joven 2013

Para empezar, se cumple ya casi mes y medio desde que llovió en condiciones por última vez (algún día chispeó, pero apenas sirve para regar por encima) y la situación se hace insostenible para los cultivos. La zafra se va a retrasar, la caña de la anterior está sequísima y la nueva no puede crecer. Además, las huertas se secan, el pasto para el ganado también, una pena. No se veía una sequía así desde hace más de 5 años… A esto hay que sumarle la inconsciencia de la gente que se pone a quemar rastrojos (es legal a nivel de gobierno, pero la cooperativa lo prohíbe como una de las normas fundamentales para la agricultura orgánica), y que ayudados por el viento, se convierten en incendios. Aquí no hay bomberos, los que había antes eran voluntarios y hace años que eso terminó, por lo que lo único que puede hacer la cooperativa, para socorrer a sus socios, es acudir con sus tractores a poner cortafuegos y esperar que no se extienda demasiado. Si nos ponemos en plan pesimista, nos encontramos con un calor que no baja por la falta de lluvia, el aire lleno de polvo,… parece que este pueblo tiene una maldición, porque diluvia por todo Paraguay, menos aquí. Os dejo una foto de una quema de rastrojos que me encontré de camino a Itaguá.

Cambiando de tema, en la casa tenemos un mango enorme, que tenía millones de frutos pero que nadie come, porque no es la variedad injertada. Este tipo, el mango paraguayo, es super dulce y está muy bueno, pero tiene mucha fibra, y para el estreñimiento está bien, pero para el día a día normal no demasiado jeje Total, se lo comenté a la madre de Araceli y me dijo que se podía hacer dulce de mango (mermelada), así que estuvimos recogiendo algunos para hacer… ¡y está muuuy rica! Aquí, se consumen un montón de frutas exóticas en forma de zumos, de postre: maracuyá, mamón, acerola, … luego las voy a echar de menos!