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¿Qué está pasando en los países de origen?


Siria es una república árabe soberana del Oriente Próximo nacida entre 1941 y 1946, cuando se reconoció su independencia y se puso fin al mandato de Francia. Desde 1970 está gobernada por la familia al-Assad. Hafez al-Assad gobernó treinta años hasta su muerte en el año 2000. Le sucedió su hijo, Bashar al-Assad, que controló el país hasta 2011, cuando comenzó el actual conflicto en Siria.

 

¿Qué pasa en Siria?

El país vive un conflicto bélico que enfrenta al gobierno junto a las Fuerzas Armadas de Siria con diversos grupos rebeldes de la oposición que buscan acabar con el gobierno de Bashar al-Assad.

La compleja realidad étnica, religiosa y social de Siria, los intereses y apoyos internacionales y la entrada en el escenario del yihadismo fundamentalista, entre otros factores, han estancado un conflicto que ha sido ya calificado como una de las peores guerras del siglo XXI. Y ello por las pérdidas humanas y materiales y todo el sufrimiento causado a la población: casi 200.000 muertos y 3,5 millones de personas refugiadas. El país está arrasado desde todos los puntos de vista (humano, económico, cultural), las violaciones de derechos humanos (tanto por las fuerzas del régimen como por grupos de oposición) son continuas, el frágil tejido social está destrozado y las perspectivas de un fin próximo son casi inexistentes.

¿Cuáles son los orígenes del conflicto?

Las revoluciones de la llamada Primavera Árabe protagonizadas por movimientos sociales, grupos espontáneos de personas, organizaciones, etc. exigían profundos cambios en los gobiernos de gran parte de los países árabes (Túnez, Egipto, Libia y Baréin) que experimentaban altos índices de desempleo, corrupción y represión política.

El éxito de estos movimientos en algunos pueblos vecinos inspiró al pueblo sirio que se alzó también en protestas contra su gobierno exigiendo prosperidad económica y libertades políticas y civiles, así como mayor respeto de los derechos humanos. Ante el incremento de la fuerza de las manifestaciones, el gobierno de Bashar al-Assad respondió con represión y violencia, y la rebelión se fue intensificando a lo largo del año. La respuesta del gobierno provocó que una parte de la sociedad civil y sectores del Ejército se alzaran en armas formando el llamado Ejército Libre de Siria. Estos grupos rebeldes (como comenzaron a llamarlos en los medios internacionales) fueron tomando ciudades importantes del país y para finales de 2011 habían formado una guerrilla en el norte y este del país que posteriormente se extendería a lo largo del territorio sirio.

La guerra ha ido evolucionando hacia una creciente fragmentación de las fuerzas participantes marcada por la irrupción de varios grupos radicales yihadistas, especialmente, el Estado Islámico. La lucha contra éste ha centrado actualmente la atención, lo que ha rebajado la presión contra el presidente Bashar-al Assad.

 ¿Qué otros aspectos hay que tener en cuenta para comprender el conflicto?

Las etnias y religiones cumplen un rol vital en la estructura de poder en el país.

En Siria existen dos grandes grupos lingüísticos: los árabes (que son la mayoría del pueblo sirio) y los kurdos (apenas un 9%). Estos dos grupos se corresponderían con las dos principales etnias del país. El árabe es la única lengua oficial de Siria y el uso del kurdo está prohibido.

En cuanto a la religión, es heterogénea y entre los árabes existen diferencias importantes. El grupo religioso mayoritario es el sunita, que constituye aproximadamente un 65% de la población total de Siria. El segundo grupo sería el de los chiitas que constituyen el 12% de la población siria. Por último, encontraríamos los árabes cristianos y los drusos, que representan el 13% de la población.

La población kurda también es musulmana, mayoritariamente suní, pero las divergencias lingüísticas e identitarias con la población árabe hacen que la religión no actúe como un posible vínculo con ellos.

Bashar al-Assad pertenece a la minoría alauí chií, por lo que es apoyado por Irán, un país chií, que ha luchado por la influencia en la región desde hace miles de años. Al-Assad gobierna, sin embargo, un país de mayoría sunita y se enfrenta al apoyo financiero y logístico que Arabia Saudita y Qatar (países de mayoría sunita) brindan a los rebeldes sunitas.

¿Qué otros estados intervienen en el conflicto? 

Se ha hablado de una guerra subsidiaria, dada la naturaleza de la implicación extranjera en ambos bandos. El gobierno es apoyado de distintas maneras por Irán, Rusia, la organización libanesa Hezbolá y algunos otros gobiernos entre los que destaca China.

Por su parte, la rebelión recibe apoyo en distinto grado de los países occidentales, principalmente, Estados Unidos, naciones vecinas como Turquía y los países árabes del golfo Pérsico.

 La crisis de refugiados y refugiadas

Según ACNUR, a finales de 2013, más de 51 millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares como consecuencia de las guerras, la violencia y la vulneración de derechos humanos en diferentes lugares del mundo. Decenas de miles de personas emprenden peligrosas travesías clandestinas e intentan cruzar el Mediterráneo para buscar cobijo en Europa. Muchas de ellas (3.419 en el año 2014) mueren ahogadas. Esta situación ha sido ya considerada la mayor crisis migratoria y humanitaria en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la respuesta de la comunidad internacional ante este drama, y, en especial de la UE, está siendo completamente insuficiente.

A partir de 2014 Siria se ha convertido en el principal país emisor de personas refugiadas (3,5 millones) y con más desplazadas internas (6,5 millones). Después de cuatro años de guerra más de la mitad de su población ha tenido que abandonar sus hogares.

Los refugiados y refugiadas sirias que intentan entrar en Europa son sólo una pequeña parte de los/as que ahora mismo se encuentran en sus países vecinos. Turquía (que lleva años absorbiendo la mayor parte del flujo de personas refugiadas), Líbano, Jordania, Irak y Egipto acogen a más de 3,2 millones de refugiados/as sirios/as, más del 90% del total.

El conflicto sirio en cifras

  • La guerra ha causado ya la muerte de 190.000 personas mientras 10,8 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente.
  • Desde el primer semestre de 2014, Siria se convirtió en el primer país emisor de personas refugiadas, con 3,5 millones (la mitad de ellas son niños y niñas), y con más desplazadas internas (6,5 millones). Más de la mitad de su población ha abandonado sus hogares.
  • Turquía ha acogido ya a 1.552.839 personas refugiadas procedentes de Siria. Líbano, el país con mayor concentración de personas refugiadas per cápita del mundo, acoge a 1.147.244. Jordania cuenta en su territorio con 620.441 personas sirias. Irak ha establecido 13 campos de personas refugiadas en los que acoge a 228.484 personas. Y Egipto acoge a 137.671.
  • Se ha reducido en más de 20 años la esperanza de vida en el país: de los 79,5 años en 2010 a los 55,7 años en 2014.
  • La guerra ha afectado a más de 5,6 millones de niñas y niños. De ellos/as, 1,7 millones viven como refugiados/as (unos/as 37.000 han nacido ya como tales).
  • Más de una quinta parte de las escuelas han sido destruidas, dañadas u ocupadas para fines militares. Cerca de 3.000.000 de niños y niñas no acuden a la escuela (500.000 son refugiados).
  • Además, el 60% de los centros de salud están devastados.

#WhySyria: La crisis de Siria contada en 10 minutos y 15 mapas