Las 10 líneas claves para el nuevo Plan PyS [2º]

El cambio de contexto actual nos lleva a determinar que cualquier política en materia de Solidaridad debe abordarse teniendo presente a “las personas” como centro de cualquier actuación. Esto supone repensar las formas de trabajo colectivas a la par que priorizar aquellas actuaciones que inciden mejorando la vida concreta de las personas.  

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01Mejorar los procesos y procedimientos con el fin de simplificar la gestión y humanizar la relación con la administración.

 

Una de los vicios más comunes que apartan a la ciudadanía de los servicios públicos es la burocratización administrativa que solo permite abordarlos a grandes organizaciones con un alto grado de profesionalización o a empresas privadas que se incorporan a sectores sociales para incrementar su volumen de negocio.

En este aspecto es necesario establecer fórmulas más simples de acceso a subvenciones y ayudas través de las Convocatorias que se pongan en marcha y estableciendo criterios más claros de concesión de Convenios y concesiones singulares y facilitando el seguimiento, el asesoramiento y la justificación.

El contexto actual no es facilitador ni en los procedimientos ni a nivel normativo por lo que esta línea dependerá de manera fundamental del compromiso político y de articular instrumentos facilitadores con otras áreas municipales como hacienda o intervención que lejos de alejarse del obligado marco legal nos permita analizar la legislación vigente de cara a buscar alternativas posibles que mejoren los procedimientos administrativos desbloqueando situaciones que dificulten y ralentizen procesos que pudieran ser ágiles para no interferir con los procesos e iniciativas que desde este sector se vienen poniendo en marcha.

En este mismo nivel se entiende muy conveniente ir avanzando en modelos de co-gestión coordinados con organizaciones sociales para dotar de mayor eficiencia y eficacia los programas puestos en marcha con este Plan.

Además, venimos observando que ante situaciones de emergencia la administración no está preparada ni tiene procedimientos para dar respuesta rápida a situaciones tanto en el ámbito local como ante demandas de carácter humanitario internacional.

Estos vicios de la administración alejan a la ciudadanía de cauces participativos y dificultan la realización de actuaciones de verdadero calado social. La simplificación y normalización de procedimientos y la búsqueda de herramientas prácticas y útiles pueden facilitar esta línea estratégica.

Por otra parte una búsqueda de sinergias que coaliguen intereses públicos y sociales pueden mejorar las vías de financiación a través de otras convocatorias pública o privadas a nivel local, estatal, europeo o internacional. 
 

 

01Avanzar hacia el 0,7% de calidad.

 

Si bien es un objetivo de este Plan ir avanzando hacia los compromisos municipales de cara a una financiación del 0,7% del presupuesto, en este momento es fundamental velar por la calidad en los procesos puestos en marcha y su sostenibilidad en base a la valoración social de esta política pública.

Para ello, se asegurarán sistemas eficaces de seguimiento y evaluación de las actuaciones que identifiquen no solo el avance, sino que establezcan criterios para un crecimiento estable que evite desembocar en una sobrefinanciación que no responda a la demanda, la capacidad o la valoración social de las actuaciones de mejora que pretende este plan estratégico. El 0,7% debe ser un objetivo, una meta, pero también debe ser un estímulo al camino por recorrer.

Este Plan tendrá que recoger los compromisos de subida progresiva del presupuesto a lo largo de los 4 años de Plan, para la consecución final del 0,7%. 
 

01Una cooperación que conecte lo global con lo local.

 
 Atender a las causas que generan la desigualdad es un eje de trabajo común en el desarrollo local y en el desarrollo de países empobrecidos.

En este aspecto existen experiencias que pueden sernos de gran ayuda a la hora de enfrentar situaciones de exclusión social o de riesgo que están aumentando la vulnerabilidad de la población local en los últimos años.

Iniciar una visión de la Solidaridad que vaya dando pasos en una relación de apoyo mutuo y la fraternidad, como un elemento fundamental en este momento para poner en valor las intervenciones que se realizan en la cooperación descentralizada. Las potencialidades que ofrece el intercambio horizontal de experiencias y actuaciones exitosas de Desarrollo comunitario allí y aquí abren la posibilidad de una nueva solidaridad real que actue junto con organizaciones populares en la apuesta de alternativas económicas, sociales y ambientales.

Demostrar con hechos y concienciar a la ciudadanía de que la Cooperación es intercambio y la solidaridad no tiene fronteras. Esta finalidad es muy importante para la puesta en valor de las actuaciones de Cooperación en el contexto actual al igual que el crear un vínculo entre la intervención social en la ciudad y la cooperación solidaria. Sería fundamental actuar como agente conciliador en distintos ámbitos: económico, social o cultural. La Agenda 2030 para el desarrollo sostenible permitiría trabajar de manera común.

Los procesos de Cooperación Directa Municipal tendrían que recuperar los elementos positivos de las experiencias anteriores y mejorar las acciones que se vayan a llevar a cabo apostando por la intervención coordinada en la que incidan múltiples agentes (organizaciones sociales, otras áreas municipales, distintas administraciones, etc... ).

En esta tarea es fundamental avanzar en este periodo en coordinación para conseguir una estrategia multisectorial con diversos actores que mejoren los resultados perseguidos.

 

01Favorecer procesos de formación.

 
 En las últimas evaluaciones del Plan anterior se entendía muy importante aprovechar los aprendizajes y el capital humano local existente intercambiando experiencias y vinculando los procesos formativos a procesos de acción real que se están llevando a cabo. La formación debe ser clave de cara a fomentar procesos educativos cercanos y a potenciar el voluntariado social y solidario.

La formación debe ser una experiencia viva que parta de la misma experiencia de acción y del interés compartido por los distintos agentes.

En este sentido también es importante vincular procesos formativos a programas puestos en marcha desde otras áreas municipales para compartir aprendizajes y experiencias.

Es importante favorecer los procesos formativos de manera colaborativa por distintos agentes administración, organizaciones y sociedad civil compartiendo espacios y programas para potenciar dinámicas compartidas.

Esta formación debe consolidarse en procesos estables y con un plan adecuado que de respuesta a nuevas demandas sociales.

 

01Potenciar el trabajo en red y generar sinergias.

 
 El sentir general del plan en su conjunto es avanzar en modelos de participación real cada vez más conectados en todas las actuaciones, dando mayor protagonismo a la ciudadanía en los procesos que esta estrategia ponga en marcha.

El Ayuntamiento en este ámbito debe ser articulador y facilitador de este acercamiento entre las organizaciones y conectar distintas políticas municipales.

Este trabajo en red debe propiciar la conexión de organizaciones del sector con otras organizaciones sociales de la ciudad y nuevos movimientos que avanzan en distintas formulas de organización, gestión y metodológicas muy interesantes para ser implementadas o compartidas.

En este proceso es fundamental articular y rediseñar estructuras participativas como el Consejo Municipal del Cooperación renovando su papel a través de un nuevo reglamento.

Fomentar una red bien articulada e interconectada entre sectores y fomentar la participación ciudadana debe ser un pilar de este Plan para conseguir abordar las líneas planteadas con el estímulo y la motivación de todos los agentes implicados.